EL POEMA AL QUE LE DEBEMOS EL NOMBRE DE LA REVISTA:


"Si pudiera lo haría: me rociaba
de pirocromos y canela,
y vivo me
quemaba;
ah,
pero que tu pecho
fuera mi plaza pública.

Imagina: escalarte
nardo a nardo con ardor hasta los ojos,
e inaugurar el día
desde allí…

---Me sueño
este charco de sol
que se pone de pie para cantarte".

-Si pudiera lo haría, de Desiderio Macías Silva

martes, 21 de diciembre de 2010

Cuatro poemas


Adán Brand Galindo

Contraflujos

Como las almas
como los segundos
como los ríos
no hay dos espejos iguales.

Despierta

Sólo te puedes morir
una vez por día.
Despierta.

Movimiento perpetuo

Cada segundo que antecede a éste
que antecede a éste
que antecede a éste...
Ha muerto en la voraz incertidumbre
de no prever la sucesión del movimiento,
ni de saber en qué terminaría esta línea,
o una palabra siquiera, si la escribiese lento.
Intuye,
al final de su reinado,
haber sido precedido
por un monarca gemelo
y ya en su agonía entiende que al morir
él mismo se sucede
en una trasmigración perpetua;
mientras muere y nace
nuevamente,
lo olvida todo.

Es en el vértigo fugaz de su reinado
donde vuelve a intuir
lo que tantas millones de veces.    

El tiempo

Cuenta gotas la cubeta
pensativa,
abriendo ojos y boca
al firmamento;
húmedos sus labios,
pero aún ligera,
le dice al trapeador más cercano
“este año habrá mala cosecha”.

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