EL POEMA AL QUE LE DEBEMOS EL NOMBRE DE LA REVISTA:


"Si pudiera lo haría: me rociaba
de pirocromos y canela,
y vivo me
quemaba;
ah,
pero que tu pecho
fuera mi plaza pública.

Imagina: escalarte
nardo a nardo con ardor hasta los ojos,
e inaugurar el día
desde allí…

---Me sueño
este charco de sol
que se pone de pie para cantarte".

-Si pudiera lo haría, de Desiderio Macías Silva

martes, 10 de abril de 2012

De la esperanza


Víctor Ruiz Velasco
[Lima, Perú, 1982]

Al bárbaro Pólack


La última hoja de otoño
terminó por caer esta tarde
justo sobre mi espalda.

Gracias a dios que el árbol,
aunque maltrecho y pintado,
siguió en pie.

Contrariamente,
este suceso me hace pensar
que todo pasará.
No como el mal sabor de lo nuevo
o perdido.

Este no ha sido un adiós prolongado.
Este no ha sido un largo murmullo
en busca de un cuerpo.

Cuando todos se han ido
y los menores se buscan solo por nombres
o por su ubicación en torno a la mesa/

y todavía no sabes
si el otoño siguiente

desearás que en lugar de la hoja
caiga la sombra del árbol,
o si querrás ser el árbol
cayendo

como una palabra desde lo alto
de una gran boca.

Y entonces callas para no herirte.

Para evitar caer como una palabra
no escrita o perdida.

Caes de la noche a la noche,
sobre la noche / y todavía te buscas.

Un golpe sordo y pequeño, entonces…

mientras descubres que

algo acabó de perderse,
irremediablemente.

NADA debería perderse
sin dejar constancia
de su presencia en el mundo,

una huella, un rastro,

que todo aquello que es algo, siga.

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