EL POEMA AL QUE LE DEBEMOS EL NOMBRE DE LA REVISTA:


"Si pudiera lo haría: me rociaba
de pirocromos y canela,
y vivo me
quemaba;
ah,
pero que tu pecho
fuera mi plaza pública.

Imagina: escalarte
nardo a nardo con ardor hasta los ojos,
e inaugurar el día
desde allí…

---Me sueño
este charco de sol
que se pone de pie para cantarte".

-Si pudiera lo haría, de Desiderio Macías Silva

martes, 10 de abril de 2012

Cinco poemas


Enrique León
[Lima, Perú, 1974]


De ti

porque ante la gente soy uno,
y a solas,                   
 arrinconado
solo un poco de eso
                      del silencio

silencio
tu olor
tus ojos
tus pasos


arrinconado
solo un poco de mí
            y de otro
                           silencio


De sencillez y demonios

las cosas sencillas 
son serpientes entre la gente

las cosas
tan humanas
como las metáforas
delinean tu sonrisa
y tus palabras

conozco de miedos demonios miserias

y tengo una pequeña alegría en mi cajón:
tus labios pegados a los míos
con un clip


Amanezco y duermo al lado

amanezco y duermo al lado
de un cementerio de abejas o es mi corazón
en el que un día de sombras te enredaste

pequeño amor
pequeña tosida de mi voz
me gustas porque vives junto a la música que no soporto
como aquella poesía escrita por insectos.

me gustas porque a todos les disgustas

pequeño papel bond
esta noche te recuerdo que escogiste quedarte en mi corazón

porque el que no soy yo te siente lejana
y porque en cada momento callado y brillante
cruzas  mis pasos callada y brillante

como un engaño





Una vez he abierto mis ojos

una vez he abierto mis ojos
y fue
            por la herida que cada día
me construyo
junto a la cerca  
inundada de tus ojos
                                  
te he entregado el alma y la soledad
como mi vejez que es tuya
como estos años que destruyo
por desearte y bordearte
            con mi cuerpo, que hoy te entrego
            con miles de minutos
que no son horas ni días
            ni momentos
en los segundos
que necesito
para recordar
cómo tu nombre se fue 
entre campanas
con la espuma que nace de mis manos



Porque he llegado a esta casa
y callado me siento
como una mentira más
           
he llegado pero no he llegado aún

a la búsqueda de huellas de manos felices y de
            garabatos de niños artistas

porque esta es
la casa del señor
la que se traga los recuerdos de mi madre y los silencios de mi padre
y un poco de mis palabras cuando pido perdón
            por el tiempo
            y por esa felicidad
que a veces
escribo con “f” de fealdad

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