EL POEMA AL QUE LE DEBEMOS EL NOMBRE DE LA REVISTA:


"Si pudiera lo haría: me rociaba
de pirocromos y canela,
y vivo me
quemaba;
ah,
pero que tu pecho
fuera mi plaza pública.

Imagina: escalarte
nardo a nardo con ardor hasta los ojos,
e inaugurar el día
desde allí…

---Me sueño
este charco de sol
que se pone de pie para cantarte".

-Si pudiera lo haría, de Desiderio Macías Silva

martes, 10 de abril de 2012

XVIII


Sergio Martínez Medina
[Puebla, 1990. Escribe desde Aguascalientes]


Todo lo acaba el tiempo y lo enajena;
que todo tiene fin si no es mi pena.
Francisco de Quevedo


No podrá el obelisco, en su estatura,
del aire soportar azotes cruentos;
las palabras no pueden monumentos
que los años resistan sin fisura.

La muerte engendra vida en la locura
que en naciendo nos cuenta los alientos;
los nombres nos olvidan, y aunque lentos,
los gusanos preparan sepultura.

El silencio cualquier gloria derrumba;
dobléganse, ante el péndulo, dragones;
de ingenio es anatema el obituario.

Habrá de consumirme aquesta tumba;
mas dirá mi epitafio a los eones:
“El dolor me hizo eterno en su santuario.”

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